Cuentos -
Cuentos Amor
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LeÃas concentrada. Estabas muy seria y el humo del café se filtraba entre tu rostro y el libro. Tomaste la pequeña taza y la llevaste a tus labios. En ese momento, miraste hacia la calle y me viste reflejado en la vidriera. Te observaba. Diste vuelta la cara y nuestras miradas se encontraron. Vi que eras bella, aunque algo triste. Una leve sonrisa se insinuó en tu rostro. Yo estaba impactado, algo nervioso. Ese era para mà un dÃa especial, rodeado de soledad. Pensé en ir a tu encuentro, pero la llegada del mozo a tu mesa me lo impidió. Pagaste, agarraste el bolso, el libro y partiste. Al llegar a la puerta diste una última mirada hacia la mesa. Creà entender que me pedÃas que te siguiera. Llamé al mozo que pareció tardar un siglo. Pagué un café que no tomé y salà rápido hacia la calle. No podÃa encontrarte. Un micro arrancaba y en él te alejabas. Me miraste, agitando la mano del adiós. No volveré a verte. No sabré quién eres. Pero estarás en mÃ, porque en una noche triste hiciste ilusionar y estremecer mi corazón.
Pancho Aquino.
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