Aparentemente hay tan poco amor en este mundo que no sería raro que nos preguntásemos: ¿A dónde se han ido todos los enamorados? Debido a que el amor es la energía más fuerte para lograr el bien que tenemos a nuestro alcance, es sorprendente ver lo poco que lo aprovechamos. El amor es una idea inútil y abstracta hasta que lo ponemos en marcha.
Un concepto equivocado sobre el amor es que tiene límites, y que al dar demasiado se nos agotan nuestras provisiones. Aquellos que sostienen esta posición, son muy avaros con el amor y pasan la vida acumulándolo sin saber para que.
¿Existe alguna otra cosa que podemos dar y nos cuesta tan poco? ¿Existe alguna otra cosa que nunca se agota? ¿Existe alguna otra cosa que otorga beneficios tanto al que da como al que recibe?
Si no vivimos activamente en el amor, desperdiciamos el don más grande que recibimos y que al mismo tiempo tenemos para ofrecer.

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Si evito que un corazón se rompa,
no habré vivido en vano.
Si alivio el dolor de una vida
o calmo una pena,
o llevo un desfalleciente pecho colorado de nuevo a su nido
no habré vivido en vano.
Emily Dickinson.