Podemos hacer lo que queremos con nuestra vida. Podemos aceptar las adversidades con triste resignación o podemos luchar contra ellas con pasión humana. Podemos ver la vida como alegría o como subyugación, como causa de dicha o de abatimiento, como éxtasis o como vacío. ¡Lo importante es que nosotros podemos elegir!
Mi madre (comenta Leo Buscaglia) era la persona más optimista que jamás haya conocido. Cuando algo salía mal, inmediatamente lo veía desde otra perspectiva.. En lugar de lamentarse o maldecir el destino, invitaba a sus amigos a comer una buena pasta. (¡Las pastas curaban todo mal!) En otras ocasiones planeaba un paseo, generalmente a la playa, ya que la consideraba muy curativa. De este modo, se recordaba a sí misma (y a nosotros) los placeres que la vida nos daba, en lugar de concentrarse en las situaciones tristes. Vivió hasta los ochenta y dos años de edad y nunca perdió esta cualidad. Nos convenció a todos de que siempre es mejor elegir la vida, especialmente, como dice Woody Allen, cuando uno piensa en la alternativa.

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Tienes que estar feliz con la vida
porque te da la oportunidad
de amar, trabajar, jugar y mirar las estrellas.
Henry Van Dyke.