Cuanto más amor exigimos, más nos eludirá éste. Ni los ruegos, las promesas, los trueques, los halagos o las amenazas pueden asegurar el amor. El verdadero amor sólo llega cuando se gana.

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El amor desaparece con las presiones; su verdadera esencia es
la libertad; no es compatible con la obediencia, los celos ni el
temor; se torna más puro, perfecto e ilimitado cuando los
enamorados viven con confianza, igualdad y reserva.
Percy Bysshe Shelley.