Recibimos lo que damos y encontramos lo que esperamos. Imprimir
Reflexiones sobre el amor - Leo Buscaglia

Es una desgracia y, sin embargo, es verdad que vivimos en un mundo lleno de cínicos y escépticos. Son un grupo vigilante demasiado ansiosos por revelar la insinceridad y deshonestidad que, según ellos, todos tiene. Están convencidos de que la amabilidad y el amor son, principalmente, el resultado de motivos ocultos.
Por desgracia, muchos caímos en esta trampa y desarrollamos una fuerte coraza exterior. Si alguien nos ofrece una rosa e inmediatamente comienza con un discurso pidiendo una donación, es natural que creemos un mecanismo de defensa contra cualquier situación semejante en el futuro. Desde ese momento, cada vez que nos ofrezcan una flor, sentiremos sospecha.
Los enamorados que confían y se sienten vulnerables en una relación, de repente pueden enterarse de que los han engañado. Una vez repuestos, y cuando se les presente nuevamente el amor, es comprensible que se muestren escépticos. Se convirtieron en “unos saludables cínicos”, es decir, menos abiertos, menos confiados, menos vulnerables, en pocas palabras, menos capaces de establecer relaciones sanas en el futuro.
Me parece que es mucho más fácil volverse cínico que luchar después de una desilusión y levantarse a pesar de las heridas. Debemos tener deseos de confiar nuevamente y recibir algo mejor que lo anterior.
Los verdaderos cínicos, que creen ser expertos en entrever las intenciones de las personas, en realidad cayeron en un tipo diferente de ceguera. Si queremos amar, es mejor buscar el bien en las personas, aunque esto signifique convertirse en un tonto optimista.

*
No existe ninguna fórmula o método.
Solo aprenderás a amar, amando
Aldous Huxley