Ninguna persona o relación humana están libres de problemas. Cuando llegan, es bueno recordar que nosotros mismos fuimos los responsables de ellos, al menos en parte. Y quizás hasta pudimos haber sido la causa. Si insistimos enfrentarlos del viejo modo, nos alejamos cada vez más de las posibilidades de solucionarlos. Solo seguiremos avanzando penosamente por los senderos personales, sin dirigirnos a ningún lado, sin resolver nada.
Idealmente, solucionar conflictos implica agregar nuevas ideas y adquirir nuevas habilidades. Cuando enfrentamos los obstáculos como si fueran oportunidades para superarnos, no solo encontramos soluciones, sino que al mismo tiempo incrementaremos enormemente nuestra capacidad general para resolver problemas.

*
Después de resolver un problema,
lo mejor es encontrar algo de humor en él.
Frank A. Clark