La gratitud. Imprimir
Reflexiones sobre el amor - Leo Buscaglia

No importa lo difícil que sea nuestra vida, siempre hay algo por lo que debemos estar agradecidos. Muchos, sin embargo, esperan que ocurran milagros para expresar su agradecimiento.
Cuando estaba en la escuela primaria, tuve una maestra a la que considerábamos loca. Todos los viernes, antes de que tocara el timbre de salida, nos pedía que mencionáramos algo por lo que estábamos agradecidos.  Por supuesto pensábamos que eso era ridículo. Nos costaba esconder la risa a medida que los demás compañeros se ponían de pie para proclamar:
-Estoy agradecido por la bicicleta.
-Estoy agradecida por la muñeca Barby. –Y así sucesivamente.
Cuando le llagaba el turno a la maestra, ella cerraba los ojos reverencialmente y decía:
-Estoy agradecida por poder ver, por poder oír, por poder caminar, por poder pensar, por poder sentir.
En ese momento todos creíamos que la señorita estaba loca. Pero ahora, que soy más viejo y tengo más experiencia, me levanto todas las mañanas y agradezco poder  ver, oír, pensar y caminar. No sólo estoy agradecido por estas maravillas, sino que no dejo de expresar mi gratitud por poder gozar de ellas cada vez que se me presenta la oportunidad. Finalmente logré entender lo que ella nos quería transmitir.
Hace muchos años tuve un maestro buda en Tailandia que recordaba a sus alumnos que siempre había algo para agradecer. Decía:
-Pongámonos de pie y agradezcamos, ya que si no aprendimos mucho hoy, por lo menos aprendimos un poco. Y si ni siquiera aprendimos un poco, al menos no nos enfermamos. Y si nos enfermamos al menos no morimos. Entonces expresemos nuestro agradecimiento.

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La deuda de un hombre… no es una virtud;
El hecho de devolverla sí lo es.
La virtud comienza en el momento en que él
Se propone expresar su agradecimiento.
Ruth Benedict