Todo comenzó el 3 de agosto de 1903 cuando en aquel derruido Muelle de los franceses, un grupo de pescadores decidió unirse para fundar el mÃtico Club de Pescadores de Buenos Aires. En honor a ello, hace ya muchos años, se ha determinado el 3 de agosto como el DÃa del Pescador Deportivo. Asà fue que ese montón de hombres, hermanados por la pesca, dieron forma al sueño de fundar un club que los reúna. Hombres de bien, que como tales fueron motivados por la amistad, y esta noble actividad que es la pesca, sin intereses mezquinos, sin ansias de poder, sin otra intención que la que se transparentaba a través de sus acciones. Buscando simplemente, unir. Luego de muchos años, el 10 de agosto de 1953, la Federación Argentina de Pesca, que por entonces regÃa la actividad de la pesca deportiva en nuestro paÃs, y por proposición de la Asociación Argentina de Pesca, por intermedio de su entonces Presidente el Sr. Chavarri, instauró el dÃa 3 de agosto como DÃa del Pescador Deportivo en Argentina. Emocionante y auténtico homenaje al Club Decano. Queridos amigos pescadores: queremos a través de nuestro portal, reunirlos en un gran abrazo y dedicarles estas lÃneas de Robert Traver, son conocidas, pero en algún momento nos han conmovido a todos:
Pesco porque me gusta. Porque disfruto de los lugares invariablemente hermosos donde se encuentran los peces y me disgustan los lugares invariablemente feos, donde se juntan las multitudes. Pesco porque asà escapo a los avisos de televisión, a los cocktails y a las malas actitudes sociales. Porque en un mundo donde la mayorÃa de los hombres parece transitar la vida haciendo cosas que detestan, mi pesca es a la vez una fuente inagotable de placer y una pequeña rebelión. Porque los peces no mienten, ni hacen trampa, ni pueden ser comprados ni sobornadas, o impresionadas por el poder, sino que responden únicamente a la quietud, a la humildad y a la paciencia. Porque sospecho que los hombres recorren este camino por única vez y no quiero desperdiciar el viaje, porque gracias a Dios no hay teléfonos en los rÃos, porque solamente en los bosques puedo encontrar la soledad sin sentirme solo, porque el whisky que tomo en mi viejo jarro de metal siempre es más rico, porque tal vez un dÃa pesque una sirena… y finalmente, no porque considere que pescar sea tan terriblemente importante, sino porque sospecho que muchas de las preocupaciones de los hombres son igualmente intrascendentes, pero ni por asomo tan divertidas. Un fuerte abrazo y feliz dÃa del pescador para todos.
VÃctor De VÃctor.
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