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Un momento de alegría. Imprimir
Reflexiones sobre el amor - Leo Buscaglia

Es extraño lo obstinado que somos en llevar un registro de las cosas malas que nos sucedieron en la vida y lo rápido que olvidamos las buenas.
En mi Clase sobre el amor, comenta el profesor Leo Buscaglia, solicité a cada estudiante que relatara a los demás una experiencia plena de desesperación y una experiencia plena de alegría. Me asombró cómo enseguida relataron su desesperación (generalmente en detalle) y lo difícil que les resultó recordar tiempos felices. Quizá no nos sorprenderíamos tanto si consideráramos el modo en que nuestras vidas se ven bombardeadas con noticias llenas de desolación y desesperanza. La historia que nos enseñaron en la escuela es una crónica de guerras, opresión, hambre y catástrofes. Casi no hay registros de felicidad y paz.
Mi madre nos alentaba a recordar tantos recuerdos alegres como pudiéramos. Nos aseguraba que nos resultarían útiles en los momentos más difíciles. Y ella practicaba lo que decía. En los tiempos más duros, nos recordaba que vendrían días más felices. Además tenía un don muy especial para transformar las experiencias dolorosas en positivas. Enseguida me viene a la mente una noche en que papá nos informó que su socio se había escapado con todo el dinero y que lo había dejado en la quiebra y tremendamente endeudado. Por supuesto, todos los miembros de la familia nos derrumbamos ante esa noticia. ¿Cómo pagaríamos las cuentas? ¿De dónde obtendríamos comida? La noche siguiente mamá nos respondió esta última pregunta. Preparó el banquete más elaborado que jamás habíamos visto. Papá estaba furioso.
-¿Te volviste loca?, le preguntó enojado.
- No, respondió mamá. Solo creí que era un momento perfecto para celebrar. ¡Es ahora cuando necesitamos estar más felices! Lograremos sobrevivir.
Y de hecho sobrevivimos. Además de darnos una lección práctica, mamá nos regaló un recuerdo hermoso, que nos sirvió durante todos estos años. Ningún miembro de la familia olvidó esa cena.
Tienes que llevar un registro de las ocasiones en que venciste contratiempos. Te dará fuerza para saber que lo puedes lograr nuevamente. Recuerda esos momentos de alegría y felicidad. Te servirán como reservas de energía para cuando las necesites.
Debes saber que siempre hay motivos para celebrar en los buenos momentos, pero quizá sea más importante hacerlo en los malos también.

*
Aprende a reír frente a los problemas
y nunca te quedarás sin motivos para reír.
Lyn Farol.
 

 

 
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